Vinos de la Ribeira Sacra

Los vinos de la Ribeira Sacra son el reflejo de una tradición vitivinícola centenaria en Galicia, caracterizados por su frescura, mineralidad y complejidad aromática. 

Cultivados en terrazas empinadas a orillas de los ríos Miño y Sil, estos vinos destacan por su elaboración artesanal y por la influencia del microclima de la región. 

Tanto los tintos como los blancos de esta denominación de origen han ganado reconocimiento por su calidad y autenticidad, convirtiéndolos en una elección imprescindible para los amantes del buen vino.

Leer Mas

Vinos de Terrazas: El Estilo Único de la Ribeira Sacra

Los viñedos de la Ribeira Sacra se caracterizan por su cultivo en terrazas, un método que aprovecha al máximo la exposición solar y el drenaje natural de los suelos.
Este sistema, junto con la influencia del río y la altitud, confiere a los vinos una frescura y acidez equilibradas.

Los mejores vinos de la Ribeira Sacra suelen elaborarse con uvas autóctonas como la Mencía en tintos y la Godello en blancos, ofreciendo notas frutales, florales y minerales que los diferencian de otros vinos gallegos.
Además de su complejidad aromática, estos vinos destacan por su elegancia y estructura. De esta forma, constituyen una excelente opción para maridar con platos de la gastronomía local, como pulpo a feira, quesos gallegos y carnes asadas. 

La viticultura heroica que se practica en la Ribeira Sacra, con pendientes pronunciadas y accesos difíciles, exige un trabajo manual meticuloso, lo que influye en la calidad y autenticidad del producto final. 
Su limitada producción y la creciente demanda han elevado su prestigio, posicionándolos entre los vinos españoles más valorados por los amantes del vino y expertos en enología.

Pescados, Carnes y Mariscos: Cómo Maridar con Ribeira Sacra

Los vinos de la Ribeira Sacra Galicia ofrecen un abanico de posibilidades para el maridaje, gracias a su versatilidad y equilibrio.

  • Tintos de Mencía. Con su perfil afrutado y suave estructura, combinan perfectamente con carnes blancas, embutidos y guisos ligeros.
  • Blancos de Godello. Su frescura y notas cítricas los hacen ideales para pescados y mariscos, potenciando los sabores sin opacarlos.
  • Rosados y vinos de crianza. Perfectos para platos más contundentes como carnes a la brasa o quesos curados, equilibrando la intensidad de los sabores.