Notas de cata
Este vino presenta un hermoso color granate claro. En nariz, está lleno de aromas a bayas oscuras y rojas, mezclados con tonos terrosos y un toque de especias. El primer sorbo es seco y refrescante, con una acidez vivaz. Los sabores de bayas y especias continúan bien equilibrados en el paladar y con mucho cuerpo. Los toques de amargor y notas verdes, características de la uva Graciano, añaden complejidad, mientras que una mineralidad subyacente persiste en el largo final.
Antecedentes
En 2007, tres hermanos - Xabier, Iñaki y Mikel Sanz - emprendieron un proyecto apasionado: construir una bodega dedicada a las uvas Garnacha. Plantaron meticulosamente más de 52 hectáreas de viñas, no solo Garnacha, sino también sus parientes Mazuelo, Garnacha Blanca e incluso Chardonnay. Este esfuerzo no se trataba solo de plantar; era una exploración. Al hacerse cargo de la histórica bodega Corella, ahora llamada Zorzal, comenzaron su viaje, experimentando bajo la guía del reconocido enólogo Jorge Navascues. Con el tiempo, las colaboraciones con otras figuras respetadas como Matías Michelini, Fredi Torres y Daniel Niepoort enriquecieron aún más sus vinos. Los numerosos premios que han obtenido sus creaciones hablan mucho sobre su dedicación y habilidad.
Proceso de producción
Este vino, un monovarietal Graciano, proviene de viñas de 37 años de los viñedos de Ombatillo, Corella. Recogen las uvas a mano en cajas de 8 kg y las fermentan en barricas de roble francés de 500 litros con levaduras naturales. Después de la fermentación maloláctica para suavizar la acidez, envejece durante un año en barricas de roble francés de 300 litros. Lo clarifican y filtran suavemente, preservando su carácter natural.