Notas de cata
Este vino de profundo tono rojo rubí presenta un aroma cautivador. La higuera madura toma el centro del escenario, entrelazada con notas balsámicas y susurros de lavanda, que evocan el Mediterráneo. El primer sorbo revela taninos sorprendentemente suaves y aterciopelados. Sabores exuberantes de frutas rojas y negras se mezclan con sutiles toques de roble, todo equilibrado por una vibrante línea de mineralidad. A pesar de su potencia, el alcohol se siente vivo orgánico, dejando un final limpio y acogedor que pide otro sorbo.
Antecedentes
Ubicado en la histórica finca Abiar Alta, Montesanco Teulada cuenta una historia de riquezas convertidas en vinos modernos. Antaño fue una potencia de las pasas. La finca ha restaurado su patrimonio dando nueva vida a antiguas salas de secado y estructuras de Riurau. Aunque su auge de pasas del siglo XIX flaqueó debido a enfermedades y la competencia, Montesanco Teulada ha resurgido. Hoy, mezcla sin problemas la historia con el turismo vinícola moderno, todo ello enmarcado en un impresionante telón de fondo mediterráneo. Repartida en 19 hectáreas de suelo de marga, la finca cultiva variedades de uva autóctonas como Moscatel, Garnacha Blanca y Giró, reflejando un profundo compromiso con prácticas ecológicas y biodinámicas. Influenciados por el mar cercano y el cálido clima mediterráneo, estos viñedos producen vinos rebosantes de mineralidad y frescura.
Proceso de producción
Esta bodega de Utiel-Requena elabora un vino tinto orgánico de edición limitada utilizando solo la audaz uva Bobal. Recogen las uvas a mano en cajas pequeñas, seleccionando meticulosamente los mejores racimos. Para capturar la esencia de la fruta, la fermentación comienza en barricas de roble francés antes de pasar a las nuevas para su envejecimiento. Aquí una técnica especial llamada "bâtonnage", donde se remueve el vino durante 12 meses, añadiendo complejidad y textura. Con solo una cantidad limitada de botellas producidas, este tinto orgánico promete un sabor único y lleno de carácter.